La clave para encontrar tu tranquilidad

una taza de café encima de una cama.

El planeta, la pandemia, el WhatsApp del cole… Estas 10 pautas te ayudarán.

No es fácil sobrevivir a un mundo en el que, además de estar hiperconectadas con notificaciones en el whatsapp cada 5 minutos, se nos insiste con la necesidad de encontrar un momento al día de paz para nosotras mismas.

Ese pino-puente diario con voltereta y tirabuzón nos exige poner el mismo celo en plantear un proceso de trabajo que en poner la lavadora, elegir el outfit para la próxima presentación delante de 100 personas, o comprar una nueva tablet para el cole.

Y para todo, la exigencia es de 10. Es lógico que al recibir un whatsapp de alguien que te pide que le recuerdes la hora a la que habíais quedado tengas ganas de cancelar la cita.

Estamos siempre al borde. Del colapso, de llegar tarde, de no hacerlo del todo bien, de no ser lo suficientemente perfectas, y de estar haciendo menos de lo que quisiéramos por otras personas que nos necesitan.

Enfócate

Lo dicen e insisten los expertos en mindfulness y meditación. Sea lo que sea que estés haciendo, concéntrate en ello como si fuera lo único que tienes que hacer hoy.

Si es necesario, guarda el móvil en un cajón. No hay nada tan urgente como para que no pueda esperar un par de horas. Y si lo hay, deberías hacer un reseteo de qué tipo de vida estás viviendo. ¿Es la que querías cuando estudiabas?

Trátate bien, por favor

Seguro que serías incapaz de decir a alguien las cosas que te dices a ti misma.

Piensa: ¿Invitarías a una amiga a desayunar a casa y la pondrías de pie contra la lavadora con un café bebido y un temporizador marcado a 2 minutos? Pues eso es lo que haces contigo todas las mañanas.

Priorízate tú

A las que ya estén pensando que esto es el colmo del egoísmo, les gustará saber que cuanto mejor te trates tú, mejor podrás cuidar de tu entorno y de los tuyos. Está científicamente comprobado.

¿Te suena la indicación en los aviones de que, en una situación de emergencia, debes ponerte la mascarilla de oxígeno tú antes de ayudar a nadie? Pues eso.

Mira lejos cada dos horas

Además de literal, este consejo también funciona de manera imaginaria. Literal, porque conviene que cada dos horas como máximo, salgas de tu despacho, por ejemplo, mires al cielo, a los árboles, y hagas un esfuerzo por escuchar los pájaros. Si te fijas un segundo, están por todas partes.

Y de manera imaginaria, date una vuelta a la manzana, baja a comprar algo de fruta, trata de salir por un momento de ese estado mental constante de “ya, ya, ya”, o mírate en un espejo. ¿Qué te está diciendo tu piel?

Haz un hilo de “porqués”

Cuando te encuentres con algo que no entiendes o que te afecta y preocupa, trata de preguntarte por qué está sucediendo eso. Y cuando tengas la respuesta vuelve con otro por qué. Y así hasta que des con la clave.

Cuando das con las razones (o sinrazones), comprendes, y solo entonces puedes perdonar.

Mímate sin culpa

No es ninguna tontería. Esos 10 minutos que te dedicas al día a lavarte bien la piel, ponerte una crema o maquillarte el ojo te obliga a tocarte, a poner las yemas de tus dedos sobre ti misma. Y esto está ligado a la segregación de oxitocina, una de las hormonas de la felicidad.

Conecta con la naturaleza

Cuando lo haces, pero de verdad, encuentras múltiples razones para preservar la biodiversidad, no solo desde las emociones, sino incluso desde la economía.

No pienses en las causas que están devastando el planeta. Piensa en lo que tú puedes hacer cada día para mejorarlo. Hay millones de personas que piensan como tú. Imagínate que además, también actuaran sin pensar si los demás lo hacen o no. Somos legión.

Practica la compasión

Es curiosa, y a la vez bellísima, la etimología de esta palabra: viene del griego sympatheia (simpatía) y del latín cumpassio (tristeza). Surge de ambos sentimientos, y empuja, desde la comprensión, a aliviar el dolor de otro, lo que ayuda y enriquece como pocas cosas.

Monitoriza la información

Con el sufrimiento, el ser humano genera cortisol, una de las hormonas más adictivas que existen. Una manera de tenerlo a raya es limitar tu consumo de noticias. Estar informado es importante, pero si sientes que te sienta mal, ¡corta ya!

Identifica a las personas tóxicas

Y limita su consumo, claro. Tú sabes bien quiénes son, si es que persisten en tu vida. Se quejan siempre y, no sabes muy bien por qué, te incomoda estar a su lado. Haz como con las noticias: corta. Amablemente, pero corta.

Y si quieres leer más reflexiones de la familia Ángela Navarro, te enlazamos a esta que hablaba de la reentré postvacacional. Tiene fabulosas ideas sobre nuestro bienestar.

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