¿Te has pasado con la medicina estética?

tijeras, una cinta métrica y una cinta métrica encima de una mesa.

Cómo saber si estás perdiendo el control… y de paso, averiguar cuál de tus amigas es la más valiente: exactamente esa que te lo dice. ¿Cómo puedes saber si te estás pasando con la medicina estética?

Estás a punto de llegar a la cita mensual con tus amigas. Llegas tarde. No es lo habitual. La razón es que en la última visita a tu clínica estética te has pasado con el bótox, «esta vez quiero un poquito más». Frente al espejo, tratas de disimular con el pelo (buen intento el de cortarte un flequillo exprés). Pero sabes que a alguna de ellas (sobre todo a una), no le va a pasar desapercibido….

Si te sientes identificada, abre bien ojos y oídos y escúchala. Valora a quien tiene el coraje de decirte que tu expresión ha cambiado. A quien reconoce que tienes la piel más lisa pero te hace ver que no te pareces a ti misma. Más bien a todas las mujeres que entran en barrena y no saben parar. Quizá te encuentras ante tu nueva mejor amiga. Y es que no es fácil decirlo. Porque además de valor, hace falta cariño del genuino.

Espera a que se asiente el resultado

Mira tus fotos de hace unos meses porque puede ocurrir que, al inicio de un ‘pinchazo’, sobre todo si se trata de un relleno, el cambio al inicio sea más drástico; en este caso, pasado un tiempo, los volúmenes se relajan. Nuestro consejo es que no te cortes a la hora de hablar, y mucho, con tu médico estético antes de que cargue la aguja, y le pidas opinión sobre tus deseos; él siempre va a querer lo mejor para ti, que salgas de su consulta contenta, y que no se note ahí fuera que te has hecho algo, sino simplemente que tu piel está radiante, tu aspecto, descansado, y tu rictus, alegre.

Y recuerda que, en este campo, no hay como ‘muchos y pequeños’ retoques en lugar de pocos y grandes’. No olvides que, cuando te haces un tratamiento y el efecto pasa, te verás peor que cuando estabas en la casilla de salida. Valora la importancia de mantener un estándar y continuar un ritmo estable. Estarás tranquila, y tu médico estético y tus amigas, también.

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