Afecta a la zona alta de la frente, y puede ser irreversible.
Sabemos que la caída del cabello no es solo cosa de los peluqueros, sino, sobre todo, de dermatólogos y tricólogos.
Sin embargo, la confianza y las visitas habituales de nuestras clientas hace que, en ocasiones, seamos las primeras personas en detectar cualquier anomalía.
Y nos alegra cumplir ese papel, porque en el abordaje de cualquier tipo de alopecia, es fundamental detectarla a tiempo. Solo así se puede derivar al médico.
Para conocer todos los intríngulis de este asunto que afecta a muchas más mujeres de lo que se cree y de edades cada vez más tempranas, hablamos con la CEO de Ángela Navarro, Beatriz Guerrero.
Ella conoce de primera mano todos los casos que ha podido ver entre los ventanales del salón. Y así nos lo cuenta: “este tipo de alopecia es el equivalente femenino a la androgenética masculina, que debuta con una pauta de pérdida en la coronilla.
En nosotras se va retrayendo el nacimiento del cabello frontal poco a poco. Es fibrosante porque el cuero cabelludo queda como una bola de billar. Y se puede convertir en cicatricial, lo que significa que el bulbo piloso ha muerto”, explica Beatriz.
¿Por qué se llama fibrosante?
El tejido que deja a su paso se convierte en una especie de cicatriz. Esta afección puede ocurrir a cualquier edad, “pero ahora se está dando en mujeres entre 35 y 55 años (antes era más habitual en mujeres más mayores), y no hay un patrón.
Detectarla a tiempo
Para la CEO de Ángela Navarro, “hay que ir al dermatólogo en cuanto se empieza a notar la pérdida para comprobar si hay posibilidad de frenar ese avance.
Y en este sentido, el peluquero está capacitado perfectamente para diagnosticar este tipo de afección, porque es quien te corta y te peina habitualmente.
Por eso notan enseguida cuando hay una pérdida de masa capilar, con lo que se puede detectar un patrón y derivar al médico, quien iniciará el tratamiento más adecuado.
Cuando vemos a nuestras clientas con este problema, les pedimos que soliciten hacerse una revisión de boca (una infección de muelas la puede provocar). Y también análisis de sangre para comprobar si hay déficit de vitaminas y/o de hierro”.
Suavizar los síntomas
Muchas veces, la alopecia tiene un componente psicológico. Y además, el propio estrés de ver la pérdida de cabello hace que se acelere el problema.
Por eso a veces, mientras actúa el tratamiento médico, una solución externa como un postizo o una peluca, que simplemente facilita que te veas mejor, limita la producción de cortisol (la hormona del estrés).
Esto puede mejorar e incluso en algunos casos, frenar la velocidad de caída. Por eso puede suponer un tratamiento coadyuvante perfecto.
“Nosotras, en Ángela Navarro podemos hacer apliques parciales de fortalecedores de cabello o ayudar con apliques parciales, postizos o flequillos postizos para cubrir la zona en la que falta cabello, imitando la textura y el color del cabello original.
Antes, para este tipo de alopecias solo existía la solución de las prótesis frontales. Ahora se pueden peinar de lado o hacia atrás, porque están fabricadas con tul, lo que las hace cómodas, prácticas y muy naturales”, termina Beatriz.