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Sobrevivir a las fiestas es posible si sabes cómo

una mesa cubierta con platos de comida y un jarrón lleno de flores.

Imagínate un mundo sin turrón. Sí, es posible sobrevivir a las fiestas. Solo tienes que esperar una semana, y… ¡bienvenida a la vida real!

ya queda menos…

Aunque no lo creas, va a llegar un día en que el turrón desaparezca de tu vida (y de tu vista) y descubras que eres capaz de pensar sin villancicos de fondo. Damos fé de que vas a poder sobrevivir a las fiestas, y sobre todo, a la falta de azúcar. Para acostumbrarte a una vida sin él (la verdadera droga del siglo XXI), solo necesitas seguir unas cuantas pautas. El objetivo es desactivar la adicción al azúcar que habrás desarrollado estas últimas semanas.

Vivir sin turrón ni mazapán es posible

Durante lo que queda de Navidad, relega los dulces solo al postre de la Nochevieja, el Día de Año Nuevo y el Dia de Reyes. Mejor solo dos piezas por jornada.

Endulza tu café con edulcorante o estevia. Si optas por el azúcar, que sea integral de caña (lo que antes llamábamos moreno). Y es que cada vez es más numeroso el azúcar blanco teñido con melaza. ¿Cómo saber si lo es? Añade una cucharadita de azúcar moreno en un vaso de agua. Si el agua se tiñe de cobre y el azúcar se vuelva blanco es que estaba teñido. Sin embargo, si conserva su tono, es que has elegido bien. Es sencillo.

Desde ya, sustituye el pan blanco por el pan de centeno 100% integral. Aunque te cueste encontrarlo, existe.

A partir del día 7 de enero, traspasa el azúcar solo a la primera mitad del día. Porque te tendrás que deshabituar poco a poco. Además, según la ley de la crononutrición, el organismo metaboliza mejor la fruta y el azúcar por la mañana. Deja los lácteos (mejor de oveja o cabra, son más digestivos) para la tarde y la noche. Y lo que es mejor: te ayudarán a conciliar el sueño.

A media mañana, toma una pieza de fruta y unos frutos secos. Nuestra recomendación es que, de los que elijas (almendras, avellanas, nueces, anacardos…), no superes la docena. Siempre, por supuesto, naturales, es decir, sin tostar y sin sal.

Canjea los postres navideños por fruta deshidratada. ¡Funciona!

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