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¿Sabías que limpiarte bien la cara es un acto de autoamor?

Tonico de agua termal

¿Crees que te limpias bien la cara? Te retamos a hacer un experimento.

Mucho maquillaje, sérum, máscara de pestañas, tratamiento, contorno de ojos… pero, ¿cuánto tiempo le dedicas a la higiene facial? ¿sabías que las mujeres orientales le dedican a este aspecto más tiempo que al cuidado o al maquillaje?

¡Y tienen la piel más bonita del planeta! Por no hablar también de que limpiarte bien la cara es un acto de autoamor.

Te proponemos algo: esta noche, cuando te limpies la cara antes de irte a dormir, vuelve a tomar un disco de algodón y empápalo en tu desmaquillante habitual. Mira si el algodón sale blanco inmaculado. Nos apostamos lo que sea a que no.

Prueba la doble limpieza

Pero volvamos a las mujeres asiáticas. ¿Sabías que ellas se hacen la doble limpieza facial? Como lo lees, ya lo contamos en uno de nuestros posts.

Se llama ritual Saho, y consiste en limpiar la cara dos veces. Primero, se hace con una limpiadora en aceite para arrastrar toda la suciedad soluble en él.

En segundo lugar, con un limpiador acuoso, para eliminar las impurezas solubles en agua. Solo así la piel, uno de nuestros órganos más preciados, que tiene una parte acuosa y otra lipídica, quedará perfectamente impoluta.

El autocuidado genera empatía

Además, tenemos otra buena noticia que darte. Desde que comenzó la pandemia, se ha venido hablando mucho de la hormona cortisol (la hormona del estrés) y de su antagonista y mayor enemiga: la oxitocina (hormona del amor y el bienestar).

Hemos aprendido todo de la psiquiatra Marian Rojas, que también nos ha regalado conceptos maravillosos como la “persona vitamina”.

La oxitocina, capaz de cargarse el estrés, promover la empatía y favorecer el sistema inmune, se libera en momentos puntuales como el parto o la lactancia, y también con abrazos de más de 10 segundos, acariciando a un animal… ¡y al cuidarnos!

En esta casa hemos comprobado que el ritual íntimo de cuidado de la piel lo es. Y de entre todos los gestos, la higiene facial no tiene comparación a ningún otro.

Aplica cinco puntos del producto desmaquillante en el centro de la frente, de la nariz y de la barbilla, y en ambas mejillas, masajea con las yemas de los dedos hasta el nacimiento del cabello, las orejas y el final del cuello.

Después, aclara con unos discos de algodón, que enjuagarás hasta que queden blancos.

Practica el hedonismo

Acariciar la piel con el aceite o la leche limpiadora y las yemas de tus dedos, concentrándote en su textura, es un acto de los más relajantes, además de uno de los mejores regalos que te puedes dar cada día. Y esa es la razón por la que decimos que también limpiarte bien la cara es un acto de autoamor.

Nos encantaría que te enamoraras un poco de ti y que apuestes por el autocuidado, que sepas que ahora que todavía no podemos abrazarnos, sí está en nuestra mano mantener nuestra cuenta corriente de oxitocina en positivo para cuando toque traspasarla a los demás. Paciencia, que ya queda menos…

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