Cómo ser sostenible en Black Friday

Y comprar solo lo que necesitas. Este es nuestro Decálogo.

Ya estamos aquí otra vez. Y no vamos a hablar más de por qué cada vez antes tenemos turrones, polvorones y hasta roscones de Reyes desde octubre.

Pero sí queremos recordar que, a la vez que esto ocurre, el mundo entero nos pide que experimentemos el ‘mindfulness’, ese vivir el presente con las bondades de no mirar atrás ni adelante en exceso.

Hoy hacemos una declaración de intenciones con respecto al Black Friday, que también se está saliendo de tiesto (ya nos hemos encontrado promos desde primeros de noviembre). ¿Llegaremos algún día a una Navidad y/o a un Black Friday perenne?

Eso sí, no vamos a ser hipócritas ni más papistas que el papa. Somos conscientes que que estos descuentos nos vienen muy bien a todos (consumidores y firmas) ya que es el momento perfecto para hacer los regalos de Navidad o reponer tus productos favoritos al mejor precio del año, pero: no queremos que entres en modo ansiedad y compres lo que no necesites. Este enunciado forma parte de nuestros valores, por eso aquí te brindamos una serie de consejos para poder gestionar este aluvión de ofertas sin ton ni son y descuentos.

Este es nuestro Decálogo para un consumo cosmético sostenible:

1. Haz un inventario de toda la cosmética que tienes

Si no sabes lo que tienes, difícilmente podrás gestionar nada ni saber qué necesitas y, sobre todo, qué no necesitas.

2. Tira todo lo que sospeches caducado

Si no pusiste una etiqueta con la fecha de apertura, haz memoria y contrasta con el PAO (Period After Opening).

El PAO es ese simbolito de un tarro abierto con un número y una “M” (el número de meses), que significa el plazo de tiempo que tú puedes consumir el cosmético en condiciones óptimas una vez abierto.

De todos modos, cualquier característica física del producto que te haga sospechar que no está bien es motivo de deshacerte de él.

3. Reúne los frascos que aún no has empezado

Y decide si los vas a utilizar o a regalar. Piensa que puede ser una de las soluciones a tus regalos de Navidad. Si no lo has abierto en un año, o bien que lo hayas hecho y hayas visto que no le sienta bien a tu piel, no tengas apuro de donarlo.

A otra piel le puede venir de fábula.

4. Hazte una ‘chuleta’ con tu ritual y pégala en el espejo del baño

Diséñalo paso a paso y a modo de menú semanal, para terminar todo lo abierto. Con las horas del día y los días de la semana, y cada gesto preciso hasta que termines todo lo abierto.

5. Pide un diagnóstico certero de tu piel y cabello

Solo así sabrás qué es exactamente lo que tu piel y pelo necesitan, y no lo que necesita vender quien hace promociones milagro.

6. Trata de no comprar nada que se salga de la rutina diseñada

Sigue a pies juntillas ese diagnóstico profesional previo. Piénsalo cuando veas un producto atractivo: es posible que lo quieras, pero puede que no lo necesites.

7. No te ciegues con el 2×1

Comparte con alguien la oferta. Piensa en las personas con cuyas necesidades cosméticas o de maquillaje coincides (¿alguna vez has terminado una sombra de ojos antes de que caduque?). O compra con la idea de regalar, y a quién.

8. Utiliza la cantidad de producto recomendada

No necesitas bañarte en cosmético (nos encanta), pero tampoco conviene que te quedes corta. ¿Sabes cuál es la cantidad ideal? Lee este post nuestro sobre cómo calcular la cantidad justa. Es muy curioso.

9. Aprovecha la cosmética todoterreno y combinable

A veces un mismo producto tiene varias funciones. Elige formatos cómodos que puedas llevar contigo a todas partes.

10. No compres nada nuevo hasta tener los deberes hechos

Acabar lo que tienes será un estímulo para repetir compra o probar nuevas fórmulas con la certeza de que estás siendo consciente y sostenible.

Si sigues estos consejos, te aseguramos que te enfrentarás a cualquier época de descuentos y rebajas mucho más preparada. Te sentirás genial y… tu cuenta corriente, más todavía.

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