Pide cita y suscríbete a NL - JUEVES, VIERNES Y SÁBADO CERRADO

¡Pero si ya eres perfecta!

una mujer con las manos en la cara.
esta chica es muy perfecta

Porque eres perfecta. Sí. Aunque te entre la risa al leer esto. El problema es que (casi) todas deseamos lo que no tenemos.

Eres perfecta. Como lo lees. Y es que, ¿quién quiere enemigas teniéndonos a nosotras mismas para recordarnos cada mañana que no tenemos ese pelo liso pero domable en invierno, y con rizo surfero precioso en verano?. Y nada más salir del agua, por supuesto. Por no hablar de la nariz de tu amiga, o la boca de esa actriz de moda, y el cuerpo de esa compañera de oficina que asegura gimnasio diario. De esto saben un rato los cirujanos plásticos cuando echan un vistazo a las fotos que traen sus pacientes en primera consulta.

No insistir en ser perfecta simplifica tu vida

Pero no solo ellos. Las peluquerías son un buen ejemplo del momento recorte de revista reconvertida a foto de Instagram en ristre. Y es que todas deseamos lo que no tenemos. Eso lo tenemos claro. Lo que no sabes aún es que tu vida sería mucho más fácil si dejaras de insistir. Imagina qué pasaría si, partiendo de lo que eres y lo que tienes, aprendieras a sacarte partido al máximo. Y te convirtieras en la mejor versión posible de ti misma.

Gestionando lo tuyo

Quizá es que nos resulta más fácil engancharnos a la queja o la insatisfacción (una adicción como otra cualquiera) que esmerarnos a diario en domar ese pelo encrespado pidiendo un corte 10, y aplicando una buena técnica y mejores productos en casa. O eligiendo una actividad que, además de divertirte, te permite dar forma a las zonas que necesitas. O quizá aprendiendo a cuidar tu piel o a maquillarte de manera que destaques tus puntos fuertes para que destaquen más. Piénsalo. Haz una lista con lo que te gustaría cambiar y dale una vuelta al paradigma.

TE PUEDE INTERESAR

Entérate antes que nadie…

Política de privacidad*