¿Puede un cosmético ser vegano?

Por supuesto que sí. Y hoy te contamos cómo.

Hasta hace muy poco, creíamos que lo vegano se limitaba a la alimentación y a los complementos susceptibles de ser fabricados con piel animal.

Pues no. El veganismo atañe a multitud de actividades, aunque la que venimos a contar aquí es la cosmética.

Las fórmulas veganas son las que no contienen, en ningún momento de su proceso de fabricación, nada que tenga que ver con el mundo animal.

Ni miel, ni colágeno, ni queratina, ni ácidos lácticos ni hialurónicos no sintéticos, ni huevos, ni propóleo ni babas de caracol, veneno de serpiente ni activos por el estilo.

Como tampoco retinol, el ingrediente que todos los dermatólogos nombran como el número 1 en la lucha antienvejecimiento. ¿La razón? Que es la forma activa de la vitamina A, y su fuente principal es el hígado de multitud de especies animales.

Porque estos son los principales ingredientes que te podrías encontrar dentro de un cosmético y que seguro que desconoces:

Aceites animales (cremas corporales), gelatina (productos capilares de acabado), glicerina (cremas faciales) y cera de abeja e insectos triturados (barras de labios).

No es lo mismo vegano que ‘cruelty free’

Muchas marcas cosméticas lo utilizan como reclamo en sus productos: se trata de un sello que dice “cruelty free” (libre de maltrato animal).

Pues bien, queremos que sepas que en Europa desde 2013 está absolutamente prohibido testar cosméticos en animales.

Y la industria, a través de instituciones como por ejemplo, Stanpa (Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética) ya está trabajando para detectar etiquetados fraudulentos.

No obstante, conviene saber que esta legislación, que funciona para Europa, no es igual en algunos otros países, como por ejemplo Estados Unidos, Canadá, Chile o Australia, donde testan con ratones, monos y conejos.

Si viajas a alguno de estos países, sí deberás buscar este etiquetado (generalmente el dibujo de un conejo) en el caso de que seas vegana o estés sensibilizada con determinadas prácticas en animales.

Y es importante saber que ser “cruelty free” tampoco exime a un producto de llevar en su fórmula ingredientes de procedencia animal.

ADAPTA es vegana, claro

Por eso, porque lo tuvimos nítido desde el minuto uno: ninguno de nuestros productos iba a llevar ningún componente de procedencia animal.

Es importante recordar que ADAPTA nació para dar respuesta a la necesidad de personalización de las diferentes afecciones capilares que encontrábamos en el salón, desde caspa a grasa, de nuestras clientas.

Pasado un tiempo, nos dimos cuenta de ADAPTA le venía como anillo al dedo a las necesidades de calma de las pieles en tratamiento oncológico como parte de todo un programa de cuidados estéticos cuando se está pasando por ese trance.

Y por eso seguimos investigando para ofrecer productos con la máxima eficacia y el mínimo impacto. Un impacto que necesitamos invisible sobre todo para nuestras clientas en tratamiento.

Perfecta para pieles sensibles y reactivas

Por todas estas razones, cada uno de los ingredientes que forman las fórmulas de la línea ADAPTA han sido cuidadosamente elegidos para minimizar su impacto en la piel, pero con la máxima eficacia, lo que en su día fue como resolver un logaritmo neperiano.

Y también es perfecta para las alérgicas, porque los ingredientes naturales, puros y/o de procedencia animal son los que producen más reacciones en la piel.

Por eso, además de que condenamos cualquier práctica que derive en sufrimiento animal, por mínimo que sea, sabemos que los ingredientes de origen animal tienen más posibilidades de generar intolerancias que aquellos que no lo son.

Aún no podemos decir nada, pero está a punto de salir del horno nuestro “retinol vegetal” a base de un ingrediente del que todo el mundo habla: el bakuchiol. ¿Podrás esperar a conocerlo? En solo una semana…

Y si quieres saber más sobre nuestras fórmulas, pincha aquí. ¡Y feliz lectura!